Enfoque

Introducción:

En general, hace ya más de una década que los museos apostaron por abrir perfiles oficiales en las principales redes sociales: primero en Facebook, después en Twitter, Instagram, YouTube hasta TikTok más recientemente. Teniendo en cuenta que cada institución museística se implica en la web 2.0 de una forma distinta generando una identidad propia en la esfera digital, consideramos que, si existe una apuesta decidida por las redes sociales que se materializa en una política educomunicativa constante, planificada y que vaya más allá de publicar anuncios de carácter funcional (horarios, entradas, etc.), estos espacios son potencialmente interesantes para poder alcanzar un aprendizaje a lo largo de la vida significativo.

Paralelamente, en el ámbito de la educación formal, la didáctica de las Ciencias Sociales ha apostado firmemente por enseñar a su alumnado a pensar históricamente, es decir, a adquirir y aplicar al estudio de la Historia las herramientas que los historiadores e historiadoras utilizan para estudiar, analizar y entender el pasado.

En esta investigación analizamos los museos argentinos más activos en redes sociales con el fin de valorar si su discurso en la web 2.0 es un contenido que permite llevar a cabo un aprendizaje a lo largo de la vida que permita a los usuarios y usuarias aprender a pensar históricamente en el ámbito de la educación no formal o que incluso puedan convertirse estos perfiles en redes sociales herramientas utilizables en institutos y universidades.

Pregunta de investigación y objetivos:

Esta investigación trata de dar respuesta a la siguiente pregunta de investigación: ¿Son las redes sociales de los museos argentinos espacios donde se puede aprender a pensar históricamente?

Para dar respuesta a esta pregunta nos hemos marcado tres objetivos de investigación:

1. Identificar los museos argentinos que llevan a cabo una educomunicación constante y planificada en sus perfiles de redes sociales.
2. Analizar el discurso que publican los museos argentinos más activos en redes sociales desde la perspectiva de si este, utilizado como un recurso educativo, permite desarrollar el pensamiento histórico.
3. Comparar el potencial educomunicativo de estos discursos con los llevados a cabo por otros museos de otros países como España, Italia o Canadá.

Metodología:

En esta investigación se ha empleado un método mixto que complementa los enfoques cualitativos y cuantitativos. Por un lado, se ha cuantificado la actividad durante un año (2022) de los museos argentinos más activos en redes sociales con el fin de elegir aquellos perfiles que apuestan decididamente por una política discursiva educomunicativa. En los museos seleccionados, se ha aplicado un instrumento de análisis ad hoc compuesto por las categorías que conforman los seis metaconceptos o conceptos de segundo orden cuando hablamos de desarrollar el pensamiento histórico: relevancia histórica, cambio y continuidad, causas y consecuencias, perspectiva histórica, empatía histórica y el trabajo con fuentes.

Resultados y discusión:

Tras analizar la estrategia educomunicativa de los museos argentinos más activos en redes sociales durante el año 2022, podemos concluir que estos museos no llevan a cabo una política educomunicativa muy diferente a la que plantean los museos canadienses, españoles e italianos en sus redes sociales.

Conclusión:

Si bien es cierto que los museos, en este caso los argentinos pero es extrapolable a los españoles, canadienses e italianos, han comprendido que las redes sociales no son solo un espacio para la publicidad sino también para plantear dinámicas de aprendizaje, de educomunicación, todavía queda espacio para la mejora y la profundización en el diseño y planteamiento de estrategias educomunicativas que no solo sean atractivas visualmente sino que además permitan, por ejemplo, que los usuarios y usuarias desarrollen su propio pensamiento histórico con el patrimonio como eje.