El desafío de las redes sociales educativas.

Enfoque

En la actualidad, gran parte del foco educativo se está poniendo en la capacitación y competencia digital. No hay duda de que en el contexto académico la llegada de las TIC, ha supuesto un cambio metodológico importante. Ahora bien, al hablar de estrategias de enseñanza-aprendizaje a través de recursos TIC muchas veces se olvida la inclusión de las redes sociales. Los centros educativos no pueden permanecer ajenos a los fenómenos sociales y, sin duda, la proliferación de este tipo de redes, como forma de comunicación entre los más jóvenes, parece dejar clara la necesidad de su incorporación.

El potencial de las redes sociales, con finalidades educativas y su plasticidad, las hacen idóneas para trabajar determinadas competencias, para la realización de trabajos escolares compartidos, tutorización de tareas, creación de grupos colaborativos, comunicación entre familias, etc., siendo una vía más para potenciar canales de comunicación y difusión y comprensión de conceptos.

Con el objetivo de conocer la utilidad, frecuencia y tipo de red social educativa mayormente utilizada por los docentes, se diseña un estudio ex-postfacto transversal aplicando un instrumento a una muestra no probabilística compuesta por profesores de Educación Infantil, Primaria, Formación Profesional y Enseñanza Universitaria.

Los participantes completaron un cuestionario dividido en cuatro bloques: el primero, para la recogida de datos generales y sociodemográficos, el segundo, para recoger si conocían y/o utilizaban diferentes redes sociales, académicas y profesionales, el tercero, para conocer la frecuencia de uso y, el cuarto, para analizar la utilidad percibida de las redes sociales entre profesores, entre alumnos y entre profesores y alumnos.

Los resultados señalan que, a pesar de que existen diversas redes sociales educativas, no todas son conocidas por los docentes. Así mismo, se aprecia un claro descenso de las redes que se alejan del ámbito social para centrarse en el académico. La utilidad que se señala de forma más habitual es para la organización de eventos entre profesores y los estudiantes y, de forma general, enviar y recibir mensajes. A pesar de que las redes sociales pueden ser herramientas que pueden ayudar a transformar la enseñanza-aprendizaje, la utilidad percibida de ellas es bastante baja.

Estos datos nos hacen pensar que si bien este tipo de recursos puede ser un gran aliado para innovar en la docencia, su aplicación a día de hoy en entornos educativos es mínima. En ocasiones, por falta de conocimiento, pero en otras, por una baja percepción de su utilidad. El reto, por tanto, no es la creación de nuevas redes sociales o su inclusión en las aulas, el desafío parece estar en ofrecer información sobre las potencialidades y usabilidad de estos entornos, siendo fundamental transmitir la idea de que las redes sociales son algo más que un instrumento de entretenimiento.