Recomendaciones y riesgos de las pantallas en la etapa infantil. Interdisciplinariedad en la Educación Artística para el fomento de buenas prácticas emocionales y expresivas en el desarrollo físico y mental.

Enfoque

Recomendaciones y riesgos de las pantallas en la etapa infantil. Interdisciplinariedad en la Educación Artística para el fomento de buenas prácticas emocionales y expresivas en el desarrollo físico y mental.

Esta comunicación busca reflexionar sobre el uso de las pantallas en la etapa infantil a través de literatura consultada y con apoyo de trabajos de investigación previos, que respaldan la consideración de autores e instituciones en defensa de la infancia sobre la necesidad de retrasar al máximo el inicio del uso de pantallas.

El alcance del desempeño laboral que implican las Bellas Artes es verdaderamente desconocido. La sociedad interpreta que la Educación Artística pertenece al plano del dibujo, la pintura o el modelado, lo referido a creación visual y poco más. La realidad es que el campo de las Bellas Artes es inmensamente amplio; tanto, que todas las áreas de conocimiento están interdisciplinarmente ligadas al arte. Las artes aplicadas son las más conocidas socialmente: el diseño, la ilustración, la moda, el interiorismo, la fotografía… Pero, desde el panorama educativo de la formación de formadores, en la Facultad de Magisterio, el aspecto que más se trabaja es el fomento del arte, su impulso entre los futuros docentes para el acercamiento a la educación y a la sociedad. En concreto, es en el Grado de Educación Infantil, donde se profundiza en nuestro centro de interés: la atención a esta etapa infantil que alberga el origen del desarrollo de la comunicación.

La educación artística cultiva aspectos relativos la reflexión filosófica. Los artistas no solo crean obras visuales, sino que estudian cuestionamientos existenciales y conceptuales en sus creaciones. La etapa de infantil es un momento eminentemente visual, todos los aprendizajes giran entorno a la comunicación visual, y es precisamente la cultura visual, el medio a través del cual los infantes se impregnan de mensajes y símbolos con los que empiezan a descubrir el entorno que les rodea. La formación de los primeros símbolos está estrechamente unida al desarrollo de las funciones comunicativas. El origen de los símbolos en la infancia, estaría en la comunicación no verbal, en las acciones corporales y en la compresión del uso de los objetos. Desde la perspectiva del adulto, y refiriéndonos a dispositivos considerados disruptivos, las pantallas también representan un símbolo comunicativo, encajado en la cultura visual de nuestro hábitat común.

Estudios recientes acerca de los efectos de las pantallas en los infantes, como explica la Academia Americana de Pediatría, instan a la comunidad social y educativa a retrasar al máximo la edad y el tiempo dedicado al uso de las pantallas.

Entre los motivos se destaca que la exposición prolongada a las pantallas impacta en el desarrollo cognitivo, dando lugar a problemas como la falta de atención, la pérdida de control en el comportamiento, el retraso en el desarrollo del lenguaje y deficiencias en las funciones ejecutivas. A estos desafíos se añaden los riesgos vinculados al ”sedentarismo digital”.