Ser mujer tiene unas consecuencias específicas dentro de cualquier tipo de sociedad. Provocadas estas por los patrones de conducta sustentados en la diferencia sexual, estos modelos han sido apuntalados durante siglos debido al fortalecimiento de diferentes tipos de estructuras sociales, económicas y culturales que han ido transmitiendo los argumentos, muchos de ellos intangibles, sobre los que se siguen sustentando “razones” de desigualdad. Estas desigualdades salen a la superficie cada vez que se produce algún tipo de crisis que obliga a gobiernos y a sus sociedades a tomar decisiones que, de manera directa o indirecta, permiten el mantenimiento de estas irregularidades en las que las mujeres siguen siendo las grandes perjudicadas de un sistema que, no sólo no las protege, sino que les sigue recordando que no mantienen, de facto, los mismos derechos que los hombres. Una realidad a la que se puede acceder a través de los estudios de género que se siguen desarrollando ante las nuevas realidades, aunque asistamos en los últimos tiempos al resurgimiento de movimientos negacionistas sobre esta situación de la mujer, con el claro objetivo de obtener réditos electorales.
Los nuevos tiempos producidos por la pandemia Covid han vuelto a poner de manifiesto que los feminicidios y el acoso sexual siguen siendo un drama social y personal que lejos de haber desaparecido o mitigado siguen siendo una realidad. Pero también contemplamos cómo las diferentes brechas como la salarial, el techo de cristal o la falta de corresponsabilidad en el reparto de los cuidados, siguen recordando que la igualdad, hoy por hoy, no es una realidad para las mujeres. Además de la pandemia, en España se está tramitando en estos momentos, la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual que, según la crítica de la mayoría de asociaciones feministas, va a generar la confusión intencionada entre sexo y género, en lugar de eliminar el género como categoría social. Mientras que el sexo surge por un hecho biológico, el género es producto de las reglas sociales generadas para vivir en sociedad, algo que no destaca esta ley por lo que, sigue diciendo el movimiento feminista, supondrá la eliminación de los derechos de las mujeres basados en el sexo biológico, además de contradecir los artículos recogidos en la Ley contra la Violencia de Género (2004) y la Ley para la Igualdad efectiva entre hombres y mujeres (2007).
Un debate que se ha trasladado también a nivel mundial, entre quienes defienden que debe ser la autodeterminación de género y no el sexo lo que ostente la condición legal y quienes consideran que esta decisión supondrá “el borrado de las mujeres”. Este Congreso pretende aportar el debate académico sosegado sobre esta realidad que se está recogiendo a través de los Estudios de Género y sobre unas decisiones políticas que van a traer importantes consecuencias legales para las mujeres.
Animamos, por tanto, a participar en este simposio del Congreso CICID 2021 con la aportación de investigaciones que aporten luz a este polarizado debate.
Keywords:
Estudios de Género, Feminismos, identidad femenina, Covid-19, Roles sexuales, Violencia de Género, Estereotipos de Género.